Catecismo de la Doctrina Cristiana: ¿Qué catecismo es mejor? ¿Qué catecismo escoger?
El catecismo es un texto elemental en el cual se describen los principios de la doctrina cristiana. Antaño era común presentar los dogmas y la moral en forma de preguntas y respuestas. Los mejores catecismos que conozco siguen este mismo criterio. Están destinados a cristianos católicos que quieren conocer o recordar los elementos básicos de su religión, pero sobre todo a aquellos que desean tomar la primera comunión, puesto que es imprescindible que el bautizado reciba una instrucción previa para hacerlo. Hoy lo precisan incluso los católicos que se consideran «practicantes», porque la mayor parte de los mismos ignora por completo en qué consiste su fe. Finalmente, los catecismos no están indicados para quienes viven al margen de la fe, debido a que estas personas aún no han experimentado el despertar religioso.
Dicho esto, y dada la oferta actual de catecismos, ¿cuál escoger? ¿Qué catecismo es mejor? En el año 1992, Juan Pablo II publicó el llamado Catecismo de la Iglesia Católica. Posee un interés mínimo, solo para estudiosos. No satisface en consecuencia nuestros propósitos. La Conferencia Episcopal Española, por su parte, propone para la formación religiosa sus dos últimos catecismos editados, pensados para diferentes edades: Jesús es el Señor y Testigos del Señor. No me gusta ninguno. Ni por su estética ni por su contenido. Están pensados más para rellenar horas de catequesis que para enseñar lo esencial de la fe católica como Dios manda. En la medida de lo posible, es mejor evitarlos.
Yo propongo, por el contrario, dos textos esenciales que responden a su naturaleza y por lo tanto cumplen perfectamente su cometido: Catecismo de la Doctrina Cristiana y el Libro del catequista, elaborados ambos por el padre Enrique Escribano. El Catecismo de la Doctrina Cristiana se divide en cinco apartados: 1) oraciones del cristiano, 2) profesión de fe, 3) verdades que debemos creer, 4) santificación cristiana y 5) modo de confesarse. La transmisión de los contenidos es realizada con ortodoxia absoluta y claridad meridiana, en una edición preciosa repleta de hermosas imágenes. Puede decirse, en definitiva, retorciendo la frase de Baltasar Gracián, que en este caso lo bueno, si breve, dos veces bueno.
En segundo lugar, el Catecismo de la Doctrina Cristiana tiene un compañero perfecto, igual de breve pero editado en un formato mayor, dirigido al catequista, o a aquellos cristianos que quieren profundizar lo que han aprendido en el catecismo básico. Este Libro del catequista, en suma, es una cuidada explanación del Catecismo de la Doctrina Cristiana, y por ello resulta perfecto para rumiar con gozo las verdades de nuestra santa religión.
Por último, sugiero también la lectura de la Instrucción religiosa de Radio Cristiandad. Éste es un texto excelente y prolijo que sin embargo sólo se ocupa de lo esencial en cada punto tratado. Me gusta especialmente. Además, cubre algunas omisiones del Catecismo de la Doctrina Cristiana, como por ejemplo las obras de misericordia, los enemigos del alma, o los pecados capitales y las virtudes que se les oponen. Consta, finalmente, de ciento cincuenta y siete páginas y supone un complemento ideal para los dos catecismos anteriores, que en realidad son solo uno.
En resumidas cuentas, con estos textos se cubre sobradamente la instrucción cristiana elemental. Y se hace, además, recibiendo una doctrina segura que no admite equívocos, sin relleno ni hojas de más, lo cual sería impropio de una obra elemental como es un catecismo.
Respecto a la cuestión del despertar religioso, apremiante sin lugar a dudas en la hora actual, haremos un comentario aparte. El catecismo, como se ha dicho, es para cristianos que o bien se inician en la fe o bien quieren recordar los fundamentos de su religión. Los cristianos y no cristianos que viven al margen de la fe verdadera, necesitan primero una verdadera experiencia de Dios, un auténtico despertar. Pero de esto hablaremos en otro momento y en otro lugar.
Dicho esto, y dada la oferta actual de catecismos, ¿cuál escoger? ¿Qué catecismo es mejor? En el año 1992, Juan Pablo II publicó el llamado Catecismo de la Iglesia Católica. Posee un interés mínimo, solo para estudiosos. No satisface en consecuencia nuestros propósitos. La Conferencia Episcopal Española, por su parte, propone para la formación religiosa sus dos últimos catecismos editados, pensados para diferentes edades: Jesús es el Señor y Testigos del Señor. No me gusta ninguno. Ni por su estética ni por su contenido. Están pensados más para rellenar horas de catequesis que para enseñar lo esencial de la fe católica como Dios manda. En la medida de lo posible, es mejor evitarlos.
Yo propongo, por el contrario, dos textos esenciales que responden a su naturaleza y por lo tanto cumplen perfectamente su cometido: Catecismo de la Doctrina Cristiana y el Libro del catequista, elaborados ambos por el padre Enrique Escribano. El Catecismo de la Doctrina Cristiana se divide en cinco apartados: 1) oraciones del cristiano, 2) profesión de fe, 3) verdades que debemos creer, 4) santificación cristiana y 5) modo de confesarse. La transmisión de los contenidos es realizada con ortodoxia absoluta y claridad meridiana, en una edición preciosa repleta de hermosas imágenes. Puede decirse, en definitiva, retorciendo la frase de Baltasar Gracián, que en este caso lo bueno, si breve, dos veces bueno.
En segundo lugar, el Catecismo de la Doctrina Cristiana tiene un compañero perfecto, igual de breve pero editado en un formato mayor, dirigido al catequista, o a aquellos cristianos que quieren profundizar lo que han aprendido en el catecismo básico. Este Libro del catequista, en suma, es una cuidada explanación del Catecismo de la Doctrina Cristiana, y por ello resulta perfecto para rumiar con gozo las verdades de nuestra santa religión.
En resumidas cuentas, con estos textos se cubre sobradamente la instrucción cristiana elemental. Y se hace, además, recibiendo una doctrina segura que no admite equívocos, sin relleno ni hojas de más, lo cual sería impropio de una obra elemental como es un catecismo.
Respecto a la cuestión del despertar religioso, apremiante sin lugar a dudas en la hora actual, haremos un comentario aparte. El catecismo, como se ha dicho, es para cristianos que o bien se inician en la fe o bien quieren recordar los fundamentos de su religión. Los cristianos y no cristianos que viven al margen de la fe verdadera, necesitan primero una verdadera experiencia de Dios, un auténtico despertar. Pero de esto hablaremos en otro momento y en otro lugar.
PD: Otros formidables catecismos, que de hecho deberían ser la base de todos aquellos que quieran una formación superior son El Catecismo del Padre Ripalda, el Catecismo de San Pío X y el Catecismo Romano de Trento. Los escritos catequéticos de Santo Tomás de Aquino son, finalmente, un excelente complemento.
Gracias por la indicación acerca de la "Instrucción religiosa" de Radio Cristiandad. Ya la he conseguido en versión pdf.
ResponderEliminarGracias a usted, Javier, por interesarse en estos temas.
EliminarImpecable.
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